Este proyecto de interiorismo transformó el dormitorio de una niña en un espacio acogedor y cálido, un verdadero refugio de ensueño.
Elementos clave del proyecto:
- Predominan los tonos pastel, como el rosa suave y el beige, creando una atmósfera relajante y serena.
- Se añadieron toques de color verde menta para dar alegría y vitalidad al espacio.
- Se seleccionó una cama de madera elevada para aprovechar el espacio y la niña puede descansar, jugar, soñar y aprender.
- Se incorporó una alfombra mullida para mayor comodidad.
- Se colocaron cojines y mantas con diferentes texturas para crear un espacio cálido.
- Se decoró con guirnaldas de luces, cuadros con motivos de unicornios y peluches para darle un toque personal y femenino.
Resultado:
El dormitorio se ha convertido en un espacio acogedor y cálido donde la niña puede descansar, jugar y soñar. Es un refugio personal que refleja su personalidad y sus gustos.

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